martes, mayo 17, 2011

7/14

Decían que lo vieron bailando por barranco, otros me dijeron que se había ido a Miraflores, el chino de la esquina me dijo que le habían dicho que se había quedado en su casa. Mi tío me dijo que lo vio caminando por el malecón, que estaba solo, con una lata en la mano. Finalmente me dijeron que no lo habían visto en ninguna parte. Yo no sé a cuál de ellos creerle, de él ya no se sabe nada. No se le ve con frecuencia, dicen que se metió a la armada y que ahí vive ahora, o que concluyó sus estudios de ingeniería en la católica y que se fue a otro país a trabajar. Pero también están los otros comentarios que cuentan que jaló tres veces un curso, que lo botaron y tuvo que buscar trabajo, y que por vergüenza ya no se hace ver. Mi hermano ha escuchado otras cosas: que tuvo una enamorada, que la embarazó y que se fue a vivir a su casa, aunque de esto último también oí otras variantes: que tuvo que abortar el hijo, pero que como no tenía plata tuvo que vender algunas cosas de su casa, al final la chica abortó pero a él le quedó la culpa. E incluso de esto mi mamá me dijo algo diferente: que si bien trató de abortar, esto no salió del todo bien, la chica tuvo unos problemas con la operación y murió o al menos estuvo cerca; la cuestión es que nadie sabe si ella está viva o no, pero que del niño sí se libraron, pero la familia de ella lo tiene loco a él: que le pide dinero, que necesitan gastos para el sepelio, que ella tiene una cita con el doctor, que tienen que pagar al cementerio, que para una medicina, y las flores, para otra consulta con el médico especialista, y el ataúd y muchas cosas más de las cuales mi mamá me había contado. Pero yo no creo mucho de esto, yo siempre lo vi a él como un chico tímido, algo retraído, que difícilmente sea capaz de tomar la decisión de hacer abortar a alguien, es más, difícilmente haya podido tirar con alguna chica, claro menos que sea puta, pero si fuera puta él ya no tendría nada que ver si ella tiene un hijo o no, aunque conociéndolo, él sería capaz de haber aceptado a ese niño como suyo, pero para después tomar la decisión de abortarlo: lo dudo, no creo que haya sido así. Sé o al menos creo que él nunca tuvo una vida muy bohemia, por lo que los presupuestos del inicio de que lo vieron por alguna fiesta tampoco yo creo que sean verdad. Su vida fue algo tormentosa, nunca tuvo muchos amigos, su trato con las chicas fue mínimo, casi nunca hablaba con ellas, y tampoco con hombres, era más que todo solitario, algo disminuido porque nunca tuvo plata, siempre con la mirada baja, los hombros caídos: de lejos lo veía caminar con su mochila al hombro y su mirada triste; pocas veces lo vi o escuche reír, imagino que casi nunca lo haría, no debería haber tenido razones para hacerlo.
Ya estamos abril y ya desde hace algo más de dos meses que personalmente no lo veo, lo extraño porque, a pesar de que sólo lo saludaba y que nunca tuvimos una conversación, siempre lo vi como un amigo, alguien que tal vez se parezca en algo a mí. Esa última vez que lo vi fue en el día de san Valentín: había una fiesta por acá cerca, yo llegué tarde y justo en la entrada lo vi indeciso, imagino que no sabía si entrar o no, al verme me saludó y me hizo espacio para entrar. Dentro de la fiesta no recuerdo haberlo visto nuevamente, eso fue todo lo que supe de él.
Ahora ya todo son divagaciones sobre él, al igual que yo, todos están seguros que él último día que lo vieron fue aquel, que estuvo caminando cerca a la fiesta hasta que desapareció, que al rato se le volvió a ver, pero que esta vez se iba caminando con dirección al malecón: de todo esto sí estoy seguro. Ya pasarán algunas semanas más y la gente ya no tendrá ni ganas de hacer supuestos de su vida, pero yo trataré de no olvidarlo. Y ahora hilando ideas: de su caminata al malecón, de que mi tío lo vio con una lata en la mano, tal vez ese haya sido él. Caminaré alguno de estos días por ahí, aunque yo sepa que yo mismo no me podré encontrar: frente a la playa, con mi lata en la mano, o en Miraflores, o en Barranco, o con una puta, o en un velorio, todo el tiempo esperando a que me vean y a la vez no, tratando de no ser olvidado, "queriendo ser y no ser": como alguna vez alguien escribió: quién lo escribió, no lo sé, ahora ya no suelo leer mucho.

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